Acción de carácter minimalista tanto gestual como en elementos, cuerpo y
espacio de interior, el foco visual en el cual transcurre la escena es esquinal,
construyo con mi cuerpo: geometría que busca generar símbolos de perfección o
equilibrio, en el que se pone a prueba
la tensión de forma física, en un contacto primordial con la realidad, la relación
más básica entre dos puntos de tensión, lo orgánico frente a lo rígido. El
cuerpo llega a su límite del roce con la superficie horizontal y la tensión
diagonal, terminando el encuentro con el comparecimiento del cuerpo físico, quedan
en evidencia las cualidades de reconocimiento de las estructuras espaciales y
el funcionamiento del cuerpo en relación a ese espacio, que es reflejo del espacio rígido
construido por el humano; una
investigación corporal que sucede simultaneo
a la formalidad de observación
por parte de un grupo, el cuerpo se sitúa
en el encuentro de planos , en la diagonal misma, en el ángulo en el que la emoción
se desborda en rendimiento para que el tiempo parezca infinito, y cabe la
pregunta, ¿el límite de soportabilidad
del cuerpo frente a una geometría estática, está sujeto a una mezcla de
realidad, por lo que todo el universo
esta allí al momento de hacer el encuentro entre dos partes?, ¿en la acción se contienen los arquetipos de una historia completa de evolución, como sería
el caso del coito entre seres, posibilitando la perpetuación de una especie, es
entonces el acto de encuentro una posibilidad de evolución?.
Escribiendo ya con una distancia del hecho, puedo advertir emociones que
en ese minuto no eran claras y se ocultaban contenidas en el inconsciente; melancolía,
deseo de un presente que se volvió pasado y ha quedado en la ficción del
recuerdo, es a lo que me enfrentaba, presentarme frente a mí, investigarme en la plataforma en donde se
reflexiona sobre los vaivenes internos, presentarme ante algo imposible de
derribar un muro con partículas mucho más reunidas que las de un
cuerpo humano, por lo tanto lo vuelve más sólido, al no poder entregarle más fuerza que la que
ella presenta a mí, el cuerpo cae, derrotado creando así una mitología de la
caída como posibilidad de elevación luego de haber conocido el inframundo, símil
a las cadenas montañosas, a la conformación de las costas, una construcción
humano fractal; quedan expuestas las oscuridades del propio ser, así cumpliéndose,
como hablaría Turner en su libro rituales
de paso; el neófito, pasa a través de un instante sacrificial, que no tiene
tiempo, y es separado de lo social para restablecer nuevos valores que lo
reintegraran a la comunidad para
convertirse así en un nuevo ser con nuevas capacidades y roles sociales. Me
ubico en el tiempo-espacio en el cual
uno se comienza a explorar, punto en el
cual la concentración permite viajes que
superan los prejuicios de realidad en
relación resistente al tiempo, al sufrimiento, como motor para esto, la meditación;
mostrar la metáfora de la tensión máxima; la profundidad entre dos seres que se
quieres relacionar simbióticamente. El tema de la relación entre cuerpos se
vuelve transversal, para comprender el sentido de la vida y las acciones sobre esta. Acción que
mezcla, Simplicidad, alegorías arquetípicas,
sacrificio y rito, cuerpo y construcción, pareja entre seres humanos, ser
humano y naturaleza.
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