En el marco del
encuentro de arte de performance, “perfoaparte”, realizado el sábado 26 de
noviembre del año 2011, al interior del centro cultural, espacio Matta, las
acciones se desencadenan delante del muro restaurado, “el último gol del
pueblo chileno”, mural hecho en conmemoración
al primer año del gobierno, (1971), del presidente Salvador allende en
el poder y luego tapado con más de 13 capas de pintura, en tiempo de
dictadura; el muro de espacio Matta, antes piscina municipal
de la comuna de la granja, Se restaura en el año 2008, para convertirse en
obra emblema y piedra fundamental del
centro y envergadura bicentenario.
Los elementos que ocupe fueron; vasija de vidrio con barro en
su interior, un casco militar negro, y un par de botas blancas hongueadas, vueltas a utilizar después
de mucho tiempo a la intemperie, pertenecientes a mi abuelo paterno fallecido, tijeras, un huevo y mi cuerpo con la ropa que ocupe para ese día, este
ultimo antecedente es importante ya que
rompo esa ropa, apelando a la no distinción entre una pre-escena y una escena como tal,
concepciones provenientes de la investigación teatral; dentro del lenguaje de
la performance no hay un texto que
guía la escena que construyo, el movimiento del cuerpo fue un movimiento
libre, espontaneo, sin miedo; la acción fue un flujo y empoderamiento de mi cuerpo, con envestiduras accesorias
que modifican mi visualidad,
induciendo la idea de personaje, un personaje arquetípico que realiza la
acción de manchar y borrar. Transito de observación y acción,
por dentro del recinto en vía de
acercamiento al muro, a medida que me
acerco, en distintos focos de acción
me voy deteniendo derramando barro, realizo posturas en donde la
cabeza es el apoyo, voy recortando mi
ropa y limpiando al embaldosado de las huellas que dejo, mi ropaje queda inutilizable, la huella no es borrada
del todo, y quedan los remanentes del paso de mi cuerpo por la arquitectura.
Por el barro derramado me voy liberando de ropa y con el huevo
en la boca, después de haber emitido frases boca abajo in-simbolizantes, con
un lenguaje obstruido, entonces libero el huevo, pegándole una patada en el
aire estallando por todas partes.
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observo la arquitectura, y el desarrollo del día: la instancia del cuerpo presente permite volver
a dar la posibilidad de observar, el muro es para contemplarlo, restablecer
los valores propios del arte mural; Mi cuerpo se convierte en un flujo abierto
en símbolos, desde el Hacer y deshacer,
se desprende la idea de la propia economía, (preservación de
los valores ideológicos) frente a una
memoria colectiva; muestra la tensión ideológica que aun resuena en la memoria territorial
chilena; y así una memoria personal,
puesta allí para relacionarse con una memoria de país, a través del desarrollo inmanente de la energía
libre, descargo mis propias cargas, alivianando al cuerpo de sus retoricas,
reconstruyendo la idea de sujeto y abriendo una nueva concepción de lo
presente. El desnudo actúa como un detonante del desarrollo de una montaña de
densidades, y narrativas, para
culminar en el cuerpo sin propósito, sin deseo, descargado, liberado, el
testimonio queda en la huella que no alcanza a ser borrada del todo, queda emergiendo desde dentro del ser, la
memoria endeleble de lo vivido; el gol es la realización del objetivo, la
perpetuación de los egos y la competencia como forma de vida, el huevo que
estalla en mi pie es el gol no consumado,
se disuelve en en el pie de quien patea el olvido, o la reiteración de lo
vivido.
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lunes, 13 de agosto de 2012
Gol de HUEVO - Nov. 2011
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